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Irresistibles postres del sur de Croacia que no puede saltarse

Ningún almuerzo está completo sin su parte dulce, por lo que hasta las especialidades saladas de las que se enorgullece la provincia de Dubrovnik-Neretva necesitan su ‘final’ en forma de postre. A menudo podemos oír que las calorías no se cuentan en las vacaciones, al igual que los postres van al corazón, lo que sin duda sucederá si prueba algunos de los bocados dulces de Dubrovnik.

El denominador común de todos los postres con los que se honra la comarca de Dubrovnik-Neretva es el modo de preparación, en el cual se utilizan ingredientes locales y técnicas tradicionales, así como una rica tradición gastronómica, que se remonta a siglos atrás. Por esa razón los postres de los que hablamos son mucho más que un dulce para el final: sus sabores cuentan historias auténticas de una comarca mediterránea única, y la cocina de nuestro territorio puede jactarse de la variedad de su oferta. Los postres también están dominados por alimentos reconocibles, como las naranjas y las almendras, lo que les da un sabor y una textura especiales. No solo brindan un placer gastronómico que satisfará incluso a los paladares más exigentes, sino que también representan un rico patrimonio.

Postres característicos de la provincia de Dubrovnik-Neretva

Cada historia de postres comienza con una rozata, un pastel cremoso parecido a un pudín. Este símbolo gastronómico forma parte de la oferta de muchos restaurantes de Dubrovnik, y con un poco de maña y una dosis de precisión, puede probarlo también en casa con una receta comprobada.

Cuando quiera llevarse consigo un toque de las vacaciones en el sur, los arancini son una excelente opción. El nombre mismo lo dice: los arancini suelen hacerse de naranja, pero son igual de sabrosos con la cáscara de otros cítricos, como el limón o el pomelo. Los refrescantes arancini son un excelente complemento para una taza de café o té. También pueden ser un excelente recuerdo que presentará el sabor característico de la rica tradición culinaria del sur de Croacia en una sola bolsita. Si quiere probarlos, tenemos una receta comprobada.

Otro postre de frutas son los higos secos, un manjar de larga tradición en la cocina local. Secados al sol, conservan su dulzura y jugosidad naturales, y se pueden comer solos o combinados con nueces, miel o quesos para crear el equilibrio perfecto entre dulce y salado. Además, una bolsita de higos secos es un gran recuerdo que satisfará a cualquier gourmet.

Cuando pregunte a los lugareños qué postres recomendarían, una de las respuestas seguramente será el krokant. También es parte de la tradición de nuestro territorio, y es especial porque para su elaboración bastan solo tres ingredientes: azúcar, almendras limpias y agua. Independientemente de la sencillez de los ingredientes, el krokant se distingue por su riqueza de sabor. Las almendras son responsables del lujo gastronómico y, al igual que los arancini, son un complemento ideal para una taza de su bebida caliente favorita. Es popular entre los turistas como un dulce recuerdo, ya que con una caja de krokant, disponible en muchas pastelerías y tiendas de delikatessen, cada turista puede revivir durante mucho tiempo el recuerdo de sus vacaciones.

Una excursión fuera de la ciudad revelará más postres únicos. Cuando se trata de recetas un tanto inusuales, pero extremadamente sabrosas, encontramos en la cima la tarta de macarrones de Ston, en la que los macarrones desempeñan el papel principal. Este ingrediente ligeramente atípico de la tarta es el responsable de su textura específica, por lo que todo el que la prueba queda sorprendido por su sabor. A los macarrones se les añaden alimentos tradicionales de este territorio: almendras, nueces, limón… El postre es característico de Pelješac, pero se puede disfrutar en toda la comarca de Dubrovnik-Neretva.

Para los amantes de las tartas, hay otro delicioso postre: el padišpanj o tarta de bizcocho, que combina muy bien con el prosecco. Una tarta a la antigua especial por su sencillez, ya que solo requiere tres ingredientes ‘usuales’ para su preparación: huevos, azúcar y harina. La tarta se puede ver con la mayor frecuencia en las bodas, y fue traído al sur de Croacia por marineros de España.

Quien quiera probar los auténticos sabores de la isla de Korčula no puede perderse la lumblija, una de las tartas tradicionales de la isla. Nueces, almendras, pasas, limones, naranjas y diversas especias son los responsables de su sabor único. El punto sobre la ‘i’ es el varenik, es decir, el mosto de vino reducido característico de las cocinas de nuestras abuelas cuando se usaba como edulcorante.

Los postres del sur de Croacia varían desde los lujosos con muchos ingredientes hasta postres igualmente deliciosos con solo tres o cuatro ingredientes. La kontonjata es uno de ellos: un dulce de membrillo, azúcar y gelatina de limón. Cuando se enfría, proporciona una dulzura reconocible y aporta la nota de tradición y la riqueza de los sabores locales.

Hemos presentado solo algunos de los bocados de los que se enorgullece la gastronomía de la comarca de Dubrovnik-Neretva. Se sabe: quien prueba uno de los postres difícilmente se queda en él: ¡los dulces sabores de la tradición y la historia auténtica que hay detrás de cada uno de ellos lo invitan a probarlos!

Anguilas y ranas; una auténtica experiencia gastronómica digna de probarse en el valle del Neretva

Cuando se encamine al territorio que cariñosamente llaman también la ‘California croata’, atrévase a probar anguilas y ranas, alimentos característicos de la comarca del Neretva. Están presentes en este territorio desde hace siglos, por lo que las recetas se han llevado a la perfección, lo que confirman los paladares de los visitantes satisfechos y dispuestos a repetir.

El valle del Neretva se ha ‘perfilado’ como lugar de vacaciones popular entre los adictos a la adrenalina gracias a su desembocadura, también llamado «California croata». Los amantes del kitesurf disfrutan del viento y del mar, e incluso si no le gustan los deportes de adrenalina, la desembocadura del Neretva se caracteriza por su excepcional diversidad natural, por lo que vale la pena «tirar» hasta el extremo sur de Croacia. El lugar donde se encuentran el río Neretva y el mar Adriático es único por su hermosa y rica naturaleza, y el fértil río ofrece las condiciones ideales para la agricultura, lo que también permite increíbles placeres gastronómicos. El área es conocida por su excelente comida local; sobre todo, la producción de mandarinas, higos, sandías y otras frutas, lo que supone una excelente introducción a delicias especiales: las auténticas especialidades del valle del Neretva, las anguilas y las ranas.

Las anguilas y las ranas son el manjar más famoso de la comarca del Neretva

Cada visita al valle del Neretva merece la pena completarse con experiencias gastronómicas específicas. ¿Por qué precisamente las anguilas y las ranas? Aunque se trata de delicias que no todo el mundo se atrevería a probar de primeras, sin duda merece la pena darles una oportunidad, porque es uno de los platos tradicionales más famosos de esta área. Las ranas han estado en el menú desde la antigüedad; antaño se consideraban comida de pobres, pero hoy se han convertido en una parte indispensable de las recomendaciones gastronómicas para cualquiera que busque sabores específicos de la comarca del Neretva.

Los ricos hábitats de humedales de esta área proporcionan abundancia de anguilas y ranas, por lo que no sorprende que estos dos alimentos hayan ocupado un lugar de culto en la dieta de la población local durante siglos. Sin embargo, no sólo los disfrutan los lugareños, sino también los visitantes de la comarca del Neretva en busca del manjar mejor preparado.

Parece que hay tantos cocineros como recetas. Cada uno tiene su propia forma de preparación, y el plato que destaca como especialidad es el brudet del Neretva de anguilas y ranas. Brudet, brodet, brujet: existen varios nombres, pero todos tienen en común un sabor fantástico que satisface hasta el paladar del gourmet más exigente. Aunque cada lugar tiene su propia receta, la base son las anguilas y ranas recién pescadas a las que se les añade cebolla, ajo, tomate y diversas hierbas de especias, y se consigue un sabor especial añadiendo vino. Servido con polenta, preparado con ingredientes frescos y sazonado a la perfección, el brudet de anguila y rana aporta una rica combinación de sabores que hace difícil detenerse en un solo plato. Lo especial que es lo demuestra el hecho de que el brudet se encuentre en la lista de bienes culturales intangibles protegidos de la República de Croacia.

El brudet de anguilas y ranas no es lo único que hay que probar cuando se visita el valle del Neretva. Las ranas empanadas se consideran otra especialidad del Neretva. De hecho, tienen un sabor muy parecido al pollo y obtienen su jugosidad gracias a un adobo de jugo de limón, aceite de oliva, sal y pimienta. Este manjar local resulta más sabroso si se come combinado con polenta o, más sencillamente, con pan y completado con un vaso de buen vino.

Otra receta tradicional que varía de casa en casa es la de las anguilas asadas al espeto, una forma popular de preparar el alimento tradicional. Aquí también tiene un papel importante un adobo sencillo pero especial, a base de aceite de oliva, vino blanco, ajo y especias, y el resultado del asado es un plato crujiente y sabroso, que mucha gente pide repetir.

La carta característica del valle del Neretva demuestra que éste ofrece más que adrenalina y belleza natural: una auténtica aventura gastronómica que es tan emocionante como el paisaje circundante. Y por eso, aunque al principio no esté seguro de si lo que quiere ver en su plato son anguilas y ranas, atrévase con algunos alimentos nuevos porque llevan a un viaje especialmente sabroso.

Especialidades de pescado únicas y deliciosas de la provincia de Dubrovnik-Neretva

Las especialidades de pescado y el marisco de la provincia de Dubrovnik-Neretva se preparan según algunas de las mejores recetas, detrás de las cuales la tradición se remonta a varias décadas, incluso siglos. El pescado es una parte indispensable de la dieta mediterránea, que ha estado excepcionalmente presente en la dieta de los lugareños desde la antigüedad, y que ahora también eligen los turistas en busca de auténticos sabores del mar.

Las fantásticas especialidades de pescado, acompañadas de ricos mariscos, ocupan un lugar central en el sur gastronómico de Croacia. Los pescados y mariscos no sólo son parte indispensable de la oferta turística, sino también parte de la tradición centenaria de los lugareños, a quienes podemos agradecer que conserven recetas únicas, transmitiéndolas de generación en generación.

Cabe señalar que la pesca está muy arraigada en la cultura de nuestro territorio. La riqueza del mar permitió a la población convertir el pescado y el marisco en parte indispensable de la mesa del comedor. Hoy en día, la tradición de la pesca está detrás del sofisticado panorama gastronómico que Dubrovnik, sus alrededores, las islas y el valle del Neretva ofrecen a sus huéspedes. Las especialidades de pescado cautivan por la riqueza de sus sabores y la forma de prepararlos, pero también con la historia de que siempre han formado parte de la vida y costumbres de los habitantes de nuestra comarca.

¿Cuáles son las auténticas especialidades de pescado?

Empezaremos con una especialidad de pescado muy corriente, pero favorita, que siempre hace la boca agua: las sardinas al espeto. El secreto de su fantástico sabor reside en su sencillez, pues, además de estar listas en apenas unos minutos, basta con salarlas con sal gruesa. Ni siquiera necesitan muchas guarniciones, por lo que queda más «dulce» con un trozo de pan fresco y una ensalada refrescante e, inevitablemente, una copa de su vino favorito. Este método, por su sencillez, permite resaltar los sabores naturales del pescado, sin necesidad de añadir diversas especias.

Hablando de platos sencillos, no podemos pasar por alto los mejillones a la buzara. Los mejillones en combinación con aceite de oliva, perejil, ajo, vino y otras especias deleitan no solo por su sabor y olor, sino también por su rapidez y facilidad de preparación. Los mejillones a la buzara aportan un toque de tradición mediterránea al plato, por lo que los lugareños están felices de prepararlos y los turistas están felices de probarlos.

La ensalada de pulpo, un plato ligero y sabroso especialmente popular en los días de verano, aportará al plato un sabor rico, refrescante y excepcional. El pulpo tiene su propia textura característica y un aroma distintivo, y cada uno lo complementa según sus preferencias. La mayoría de las veces se sirve con patatas y tomates, y si desea resaltar su sabor único, lo mejor es complementarlo con las especias favoritas de la cocina mediterránea: laurel, cebolla, ajo, jugo de limón, aceite de oliva, sal, pimienta…

A menudo sucede que la antigua comida de los pobres es ahora una auténtica especialidad. Es el caso del bacalao, que también tiene sus días tradicionales en Dubrovnik. Se celebran en diciembre porque el famoso manjar de pescado se come tradicionalmente en Navidad y Año Nuevo. Aunque no lo encontramos en el mar Adriático, el bacalao es muy común entre las especialidades de pescado. Hay muchas maneras de prepararlo, como ocurre con muchos platos que preparaban nuestras abuelas, como el brudet, luego a la ‘marinera’, el bajo el sač, con pura o polenta como guarnición… Cuando se habla de bacalao, siempre se destacan también sus valores nutricionales, porque se trata de una excelente fuente de proteínas baja en calorías y también se recomienda para la prevención de enfermedades cardíacas. Aquí puede encontrar unas recetas de platos de lo más delicioso en los que el bacalao es el protagonista.

Uno de los platos que goza de gran popularidad entre los turistas es el risotto negro, cuyo aspecto inusual se puede atribuir a la tinta de sepia o calamar, que desempeña el papel principal en este delicioso plato. Combina la tradición marítima y la representación de ingredientes frescos y locales. El pescado y el marisco son los responsables de la cremosidad del risotto, lo que lo sitúa en un lugar destacado de la lista de platos que no se deben perder.

Cuando se habla de especialidades de pescado, el tema inevitable son las ostras. Son especialmente populares en la zona de la bahía de Mali Ston en Pelješac, donde se encuentra un territorio ideal para su cultivo. Son deliciosas de cualquier forma y vale la pena probarlas especialmente de dos maneras: como sopa o en su forma más sencilla; con la adición de limón. La sopa de ostras es un plato tradicional que aporta una completa riqueza de sabor y se sirve caliente, adornada con perejil fresco. Una copa de vino blanco acompaña bien la sopa ligeramente salada, que también se utiliza en su preparación. Definitivamente hay que probar las ostras en su forma más original, completamente frescas, cuando lo mejor es rociarlas con tan solo unas gotas de jugo de limón. Su suntuoso sabor pasa a primer plano, al igual que la textura especial de las ostras, que las convierte en una de las delicias más famosas del territorio de Dubrovnik-Neretva.

En el valle del Neretva, el brodet elaborado con anguilas y ranas destaca como una de las especialidades más valoradas. Los alimentos por los que esta comarca es conocida en el mapa gastronómico tienen una larga tradición a sus espaldas. Los sabores del brodet son intensos y suele servirse con polenta, que equilibra perfectamente su opulencia.

Especialidades de carne de la provincia de Dubrovnik-Neretva: Explore la rica oferta de platos fantásticos

Puede que no estén representados como el pescado, pero las especialidades de carne del sur de Croacia conservan algunos de los sabores más auténticos de nuestro territorio. Llevan consigo la historia de muchas generaciones, combinan ingredientes locales y se distinguen por los métodos de preparación tradicionales, por lo que son parte indispensable de un tour gastronómico por el sur.

En lo primero que se piensa en la oferta gastronómica de la provincia de Dubrovnik-Neretva son el pescado y el marisco, pero las varias especialidades de carne confirman que el sur de Croacia también tiene una oferta cárnica excepcional, con varias especialidades fantásticas cuyas recetas se transmiten desde hace décadas, de generación en generación. En los platos de carne se combinan ingredientes locales de primera calidad con métodos de preparación tradicionales, y tal combinación no puede dejar de dar un gran resultado; el que satisfará el paladar de los gourmets más exigentes.

¿Cuáles son las especialidades de carne más populares?

Todos los platos tienen en común la riqueza del sabor, y tienen la categoría de platos de carne más populares la menestra verde, los “macarrones sucios” y la peka.

La menestra verde se puede preparar de varias formas, por lo que, como muchos otros platos tradicionales, la receta varía de un lugar a otro. Todas ellas comparten una tradición de cientos de años y también se consideraba uno de los manjares favoritos de la nobleza de Dubrovnik. La menestra verde forma parte del menú navideño, pero también se preparaba para diversas fiestas. Es específico porque se prepara con varios tipos de col (raštika, beza (repollo), glavati…) y varios tipos de carne, como cerdo seco, carnero y salchichas secas caseras, y también hay recetas para dos versiones de la menestra verde; de Dubrovnik y de Konavle, de donde se cree que procede originariamente la menestra.

Otro plato autóctono, especialmente en los días más fríos del invierno, son los macarrones sucios. Se trata, en realidad, de pasta con salsa de carne, un manjar que se preparaba tradicionalmente en torno a la fiesta de San Blas. Aunque es festivo, siempre es un placer ver este plato en la mesa del comedor y la receta se ha transmitido durante siglos, de generación en generación. Vale la pena mencionar su interesante nombre, que lleva consigo una interesante historia. Es decir, la parte más solicitada del plato es definitivamente la salsa, y eso se debe a la carne que contiene. Si se comía, a los últimos invitados sólo les quedaba pasta, es decir, macarrones con salsa o macarrones sucios.

Aunque en las islas las especialidades son principalmente de pescado, aquí debemos mencionar a Korčula y su especialidad única: la škopčevina. La carne de cabrito castrado antaño se consideraba un plato de pobres, y hoy se he hecho tradición admirada.

Una de las especialidades más interesantes y valoradas es el capón, un tipo de ave que forma parte de la gastronomía local desde hace siglos. Es una parte indispensable de la mesa del comedor durante las vacaciones y reuniones familiares importantes, y es popular entre los turistas porque aporta un toque de tradición y autenticidad al plato. El capón es jugoso y crujiente por fuera, suave por dentro y, aparte de la calidad de la carne, debe su rico sabor principalmente a la marinada hecha con una mezcla de especias, hierbas y aceite.

Para el final dejamos uno de los platos más auténticos y favoritos: la peka. La tradición de asar a la brasa es especialmente popular durante las fiestas, pero también se prepara durante el resto del año. Lo más habitual es preparar ternera, cochinillo o cordero, combinados con patatas y verduras a elegir: zanahoria, pimientos, cebolla, ajo… No se trata de comer «de prisa», porque el asado dura varias horas, pero vale la pena esperar porque el resultado es una carne jugosa con patatas crujientes y verduras aromáticas.

Las variadas especialidades de carne demuestran que también los «amantes de la carne» pueden disfrutar, a pesar de la mayor popularidad de los platos de pescado, lo que confirma que nuestra comarca es un lugar espléndido para las aventuras gastronómicas.

La cocina isleña de Korčula, Lastovo y Mljet aporta historias gastronómicas únicas e inolvidables

Las islas, que con su oferta culinaria contribuyen a la diversidad gastronómica de nuestra comarca, desempeñan un papel importante en la diversidad de la oferta de la provincia de Dubrovnik-Neretva. Aquí pensamos sobre todo en las islas más grandes de la provincia: Korčula, Lastovo y Mljet, lugares que no sólo encantan con su hermosa naturaleza, sino que también atraen a los turistas con una experiencia culinaria única. La cocina isleña es irresistiblemente atractiva para todo gourmet, gracias a la historia que se esconde detrás de muchos platos deliciosos y a la rica historia y tradición culinaria.

Aunque la cocina isleña de Mljet, Korčula y Lastovo también aporta novedades modernas, se siguen haciendo esfuerzos por preservar la cocina local tradicional, por lo que su base se compone de recetas que se han transmitido de generación en generación durante décadas, incluso siglos. La atención se centra en diversas especialidades de pescado y marisco, siempre complementadas con un vaso de vino de calidad, lo que da como resultado una rapsodia de sabores que no dejará indiferente ni al gourmet más exigente.

Al llegar a cada una de las tres islas de increíble belleza, comienza un viaje gastronómico único a través de la cocina isleña, donde encontraremos platos específicos, salados y dulces. Cada uno de ellos está impregnado de suntuosos sabores y aromas, pero también de una tradición centenaria, por lo que también cuentan una historia culinaria muy especial.

La cocina isleña de Korčula

Empezaremos por el aceite de oliva, que, aunque no es un plato, es un ingrediente imprescindible en muchas recetas. Lo extendido que está el cultivo del olivo lo demuestran las cifras, según las cuales cientos y cientos de explotaciones se dedican al cultivo del olivo. El aceite, con su ligero sabor afrutado y su perfecto color dorado, es un complemento ideal para delicias de pescado, ensaladas o para mojar pan.

Korčula es conocida por sus extraordinarias especialidades, entre las que destacan precisamente el pescado y el marisco. Desde el más sencillo pescado a la parrilla, pasando por el jugoso pulpo, que queda más sabroso cocido en su propio jugo, hasta el brudet. En la versión de Korčula se llama popara, que en realidad es un estofado de pescado, un plato tradicional en el que se mezclan pescado menudo, sopa y patatas como guarnición.

Los amantes de los platos de carne también disfrutarán gracias a los platos de carne más famosos de Korčula: los macarrones de Žrnove y la adorada pašticada con ñoquis. La receta para preparar pasta larga y fina se transmitió de generación en generación y recibieron el epíteto “de Žrnove» por su lugar de origen; Žrnove. Aunque la mayoría de las veces se sirven combinados con carne de vacuno, por lo que combinan magníficamente con vino tinto, los macarrones de Žrnove funcionan igual de bien con salsa de tomate. Tampoco hay que saltarse la škopčevina, un plato que quizás no sea para todo el mundo, pero quien lo pruebe quedará encantado con la preparación tradicional de la carne de cabrito castrado, que es más sabrosa a la parrilla. Aunque está muy extendida por toda Dalmacia, otra especialidad isleña es la pašticada con ñoquis. Cuando está bien hecha, y la receta de Korčula requiere una larga preparación, se deshace en la boca. Los sabores de Korčula se mezclan en ricos y estratificados aromas que reúnen lo mejor de su herencia gastronómica en un solo bocado.

La secuencia salada es aún mejor cuando se complementa con un bocado dulce, y Korčula tiene aquí sus auténticos favoritos: lumblije, spomilje, cukarini, amareti y klašuni.

La historia gastronómica no está completa sin la parte enológica, por eso los famosos vinos de Korčula ponen el punto sobre la i de cada plato. Entre los vinos blancos se encuentran Pošip, Rukatac y Grk, mientras que el vino tinto más famoso es Plavac Mali.

La cocina isleña de Lastovo

El aceite de oliva también es en Lastovo el principio y el final de toda historia de platos. La cocina isleña ofrece una opción igualmente satisfactoria para los amantes de la carne y el pescado, y las especialidades de Lastovo se basan en el marisco y en los ingredientes cultivados localmente. Frescura, autenticidad y localidad son los adjetivos que mejor describen la rica y diversa oferta gastronómica de Lastovo, gracias a la cual los visitantes tienen la oportunidad de probar sabores tradicionales y auténticos.

Un pescado de primera clase ocupa un lugar central en los menús de varias tabernas: sardinas al espeto, mero en brodet, pescado en blanco, bogavante en pasta, brodet de anguila y morena real a la parrilla son algunas de las delicias del mar favoritas. Echaremos un vistazo al plato más sencillo, y probablemente uno de los más sabrosos, las sardinas al espeto, que según muchos se prepararon por primera vez precisamente en Lastovo. Según la receta original, las sardinas de Lastovo se limpian completamente, sin cabeza ni entrañas. El denominador común de las sardinas, como el resto de las especialidades isleñas, es la frescura, porque los lugareños saben mejor que el plato siempre es más sabroso cuando el pescado se acaba de pescar y quieren transmitir esa pasión a cada visitante.

Aunque predomina el pescado, ni siquiera los amantes de la carne se tomarán a mal alojarse en esta increíble isla, gracias a los numerosos hogares donde se preparan diversas delicias de carne. La atención se centra en el pollo, el cabrito y el cordero, y al igual que los platos de pescado, los platos de carne conservan el rico patrimonio gastronómico de la isla, que invita a disfrutar de comida auténtica y recién preparada.

Los sabores mediterráneos de la isla de Lastovo también merecen la pena probarse a través de su lado dulce. Al final de la experiencia en el restaurante, no olvide buscar los postres típicos de Lastovo, entre los que los más populares son skalice, prkle, kotonjata y arancini. La carta de vinos es muy similar a la de otras islas de la provincia de Dubrovnik-Neretva, por lo que son variedades autóctonas Rukatac, o Maraština y Plavac Mali, y completan perfectamente cualquier comida isleña.

La cocina isleña de Mljet

La isla croata más verde se caracteriza por una gastronomía de gran calidad, donde los menús de restaurantes y tabernas se basan en una larga tradición basada en la abundancia de pescados y mariscos.

Aquí destaca un plato isleño «atípico»: las anguilas, que se encuentran en la isla gracias a los manantiales de barro, es decir, manantiales de agua salobre, de los cuales en Mljet hay tres. Ya sean preparadas a la parrilla o al brodet, las anguilas son un manjar isleño que le hará la boca agua a todo gourmet.

También existen otros tipos de pescado fresco cuyo sabor se complementa con un aceite de oliva de primera calidad, ya que la olivicultura forma parte del patrimonio local desde hace siglos.

Las especialidades de carne también están representadas en la cocina local, especialmente la carne de cabra. En concreto, la carne de cabra se considera una especialidad apreciada por su aroma y textura, y combina especialmente bien con las hierbas aromáticas que abundan en Mljet. Otro manjar proviene de las cabras; el queso de cabra conocido por su rico aroma. La leche de cabra, y por tanto el queso, considerado una perla gastronómica, tiene un sabor llamativo gracias al pasto libre de las cabras en la isla. Muchas de las especialidades de la isla también se elaboran con carne de caza: jabalí, conejo, ciervo y muflón, teniendo en cuenta que los ricos bosques de la isla albergan diferentes tipos de caza. Su carne tiene un sabor específico, más intenso, y queda más deliciosa en combinación con un adobo elaborado con hierbas mediterráneas.

Después de una comida salada, el dulce sienta aún mejor, y el protagonismo en los postres de la cocina isleña lo tienen alimentos sencillos y tradicionales como los higos, las almendras y las algarrobas, que se distinguen por su riqueza. Y, en definitiva, nada sin un vino de primera calidad que debe su excepcional calidad al sol y a la proximidad del mar. Entre las variedades blancas, Pošip y Rukatac son las más representadas, mientras que entre las variedades tintas, el Plavac Mali.

¿Por qué el aceite de oliva es más que un simple alimento? Lleva consigo tradición, historia y salud, y también es favorito como recuerdo

Precioso, suntuoso, saludable, autóctono… Hemos enumerado sólo algunos epítetos que describen el aceite de oliva, parte indispensable de la oferta gastronómica de la comarca de Dubrovnik-Neretva. La aceituna es valorada por derecho propio y ha estado en la mesa del comedor de la población local desde la antigüedad, como una parte valiosa del patrimonio de nuestra comarca.

Antes de centrarnos en el aceite de oliva como increíble vínculo entre la naturaleza y el hombre, y hoy parte muy popular de la oferta turística, conviene destacar todos sus beneficios para la salud. El aceite de oliva está en el centro de la dieta mediterránea, también llamada el ‘estándar de oro para el corazón’, por el equilibrio y los beneficios que aporta al organismo. Los beneficios de consumir aceite de oliva son de amplia envergadura: es rico en ácidos grasos saludables, vitaminas y antioxidantes, y consumirlo en cantidades moderadas proporciona diversos beneficios para la salud, desde la digestión, pasando por el sistema inmunológico, y hasta el corazón.

La aceituna y el aceite de oliva son símbolo de dedicación, esfuerzo y trabajo

A lo largo de los siglos, el aceite de oliva se ha convertido en algo más que un complemento saludable para los platos. Hoy en día es un símbolo reconocible de la comarca de Dubrovnik-Neretva y tiene una larga historia de producción, por lo que no es sólo un producto de alimentación. El aceite de oliva cuenta historias de la historia y la tradición porque la producción local está profundamente arraigada en la vida de las personas de nuestra comarca. Y ese compromiso de los olivareros, su amor por el fruto de la aceituna, se siente en cada gota.

Además de en la cocina y en la mesa del comedor, la singularidad del aceite de oliva también es reconocida entre los visitantes del sur de Croacia, por lo que se ha convertido en una parte esencial de la oferta turística. Aunque no se trata de un postre, está claro cuál es la parte «más dulce» de cada comida: el indispensable pan mojado en aceite, el comienzo de cada comida a través del cual se puede sentir mejor su suntuosidad.

Además de disfrutar del rico sabor, los turistas también se interesan por la historia que lleva consigo el aceite de oliva. La historia del origen del aceite de oliva, en el que las aceitunas se recogen cuidadosamente y luego se procesan en almazaras, es una de las cuales muchos visitantes quieren oír.

Cualquiera que haya participado al menos una vez en la recolección de la aceituna sabe que se trata de algo más que una recolección «normal». Son éstos días que se esperan con impaciencia, para los que se hace una cuidadosa preparación y que significan el encuentro de familiares y amigos. La recolección de la aceituna siempre va acompañada de compañerismo, historias, risas y deliciosos bocados, por lo que se ha convertido en parte esencial de la tradición y herencia familiar. La actividad común vincula a las generaciones, porque cada miembro, desde el más joven hasta el más viejo, tiene su propia tarea. Aunque físicamente exigente, recoger aceitunas no es difícil para nadie porque preserva la tradición y crea recuerdos especiales. Ahora los turistas también pueden crearlos. Esto ha sido posible gracias a muchos productores locales, cuya historia familiar forma parte de la producción del aceite de oliva, por lo que las catas, visitas a olivares y experiencias de primera mano son hoy parte indispensable de la oferta turística de nuestra comarca.

La cata del aceite de oliva es una excelente manera de conocer un poco el fascinante mundo del cultivo del olivo. Demuestran que cada gota de aceite de diferentes variedades de aceitunas tiene una historia única, y la visita a un olivar es una excelente manera de experimentar el proceso de producción del «oro líquido», como muchos llaman cariñosamente al aceite de oliva. Brillante, con los más bellos tonos dorados y un rico aroma, el aceite de oliva llevará las papilas gustativas a un viaje único.

Los profesionales estarán encantados de compartir sus pequeños secretos sobre cómo utilizar el aceite de oliva en la cocina diaria. Estos consejos de oro son el recuerdo más valioso del viaje, y si quiere algo más «concreto», es decir, tangible, el recuerdo más bonito posible es una botellita de aceite de oliva. Con ella, todo el mundo podrá llevarse una dosis del sabor autóctono de nuestro territorio y disfrutar durante mucho tiempo más de la riqueza que aporta. En una sola botella se combina a la perfección la cultura de nuestra comarca, sus sabores más especiales y se crea un auténtico recuerdo de una visita a un territorio especial.